6 de diciembre de 2016

EPIDEMIA MUNDIAL DE BASURA ELECTRÓNICA

Proyecto Censurado. alainet.org

Los consumidores de EEUU generan un estimado de 3,14 millones de toneladas anuales de residuos electrónicos, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Aproximadamente el 40 por ciento de esta basura va al reciclado, 50.000 camiones al año. Un estudio de 2016 de la Red de Acción de Basilea (BAN, sigla en inglés), una organización sin fines de lucro que tiene por objeto poner fin al comercio mundial de desechos electrónicos tóxicos, encontró que casi un tercio de estos restos se exportan a países en desarrollo, donde se desmantelan como equipos de reciclado de baja tecnología que contaminan el medio ambiente y ponen en peligro a los trabajadores, muchos de ellos niños. “La gente tiene derecho a saber dónde van sus trastos", les dijo en mayo de 2016 Jim Puckett, director ejecutivo de BAN, a Katie Campbell y Ken Christensen de KCTS9 / EarthFix.

Desde julio 2014 a diciembre 2015, BAN instaló dispositivos de localización GPS en 200 piezas de equipos informáticos usados, no funcionales, enviados a sitios de reciclado de basura electrónica públicamente accesibles alrededor de EEUU y luego siguió lo que ocurrió con los equipos.

En mayo de 2016, BAN encontró que sesenta y cinco de los dispositivos (aproximadamente el 32 por ciento) fueron exportados, en lugar de reciclarse a nivel nacional. Basándose en las leyes de los lugares donde fue enviada la basura electrónica, BAN estima que sesenta y dos de los dispositivos (31 por ciento) parecían envíos ilegales. Puckett dijo a Intercept que los dispositivos de localización GPS son "como pequeños detectores de mentiras ... Ellos cuentan su historia y lo dicen sin pasión".

BAN se asoció con Carlo Ratti, del Senseable City Lab, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, para determinar exactamente dónde fueron a parar los equipos. Ratti dijo a PBS NewsHour que con sus colegas investigadores se vieron sorprendidos por la distancia recorrida por los residuos. Los desechos de e-basura fluyen a nivel mundial, "en realidad cubren casi todo el planeta". Cada dispositivo de reciclado viajó un promedio de 4.000 kilómetros, según el estudio BAN.

La mayoría de los equipos fue a Hong Kong, pero BAN los siguió con sus dispositivos a diez países diferentes, entre ellos China, Taiwán, Pakistán, México, Tailandia, Camboya y Kenia. Elizabeth Grossman, escribiendo para Intercept y citando a Puckett, dijo que la "nueva zona cero" para el procesamiento de los desechos electrónicos se encuentra en el sector Nuevos Territorios de Hong Kong, cercanos a la frontera con China. Mientras el gobierno chino toma medidas enérgicas contra las importaciones de desechos electrónicos, los trabajadores chinos cruzan la frontera a Hong Kong sin documentación oficial para hacer allí un trabajo similar.

Si se desecha inadecuadamente, la basura electrónica puede liberar una variedad de toxinas, incluyendo plomo, mercurio y cadmio. Sin embargo, EEUU sólo restringe las exportaciones de desechos electrónicos de un tipo de componente, los tubos de rayos catódicos. Ninguna ley federal regula el reciclaje de desechos electrónicos, aunque muchos estados norteamericanos prohíben en los vertederos el dumping de electrónicos usados y tienen programas de reciclaje de residuos electrónicos.

En Hong Kong, Puckett, un periodista chino, un traductor y un conductor local siguieron una señal GPS hasta una cerca con un signo de identificación de tierra para el cultivo. Mirando al otro lado, por encima de la valla, Puckett encontró trabajadores cubierto de tóner y tintas negras –un probable carcinógeno asociado con problemas respiratorios– escapadas por la ruptura de impresoras apiladas hasta casi 5 metros de altura en una superficie tan grande como un campo de fútbol. "No hay protección para esta fuerza de trabajo... No hay leyes laborales que vayan a protegerlos", dijo Puckett. Poco antes, en otro sitio donde los trabajadores desmantelaban televisores LCD, se encontraron con operarios sin mascarillas protectoras que no tenían conocimiento de los vapores de mercurio liberados cuando se rompen los tubos fluorescentes que iluminan las pantallas LCD. Incluso en pequeñas cantidades, el mercurio puede ser una neurotoxina.

Desde que 182 gobiernos nacionales y la Unión Europea firmaron en 1989 el Convenio de Basilea, un tratado internacional para detener el vertido de residuos peligrosos de los países desarrollados en países menos desarrollados, EEUU es el único país industrializado del mundo que no ha ratificado el tratado, como informó EarthFix.

En abril de 2016, US News & World Report publicó un artículo anticipándose a la publicación del informe de BAN, “Desconectar: El fondo de comercio y la hondonada de la exportación de desechos electrónicos públicos a los países en desarrollo”. Este asunto no ha sido debidamente cubierto en la prensa corporativa estadounidense.

Fuentes:
Katie Campbell and Ken Christensen, “On the Trail of America’s Dangerous, Dead Electronics”, KCTS9/EarthFix, May 9, 2016,

Katie Campbell and Ken Christensen, “Watchdog Group Tracks What Really Happens to Your ‘Recycled’ E-Waste”, PBS NewsHour, PBS, broadcast May 9, 2016, transcript, http://www.pbs.org/newshour/bb/watchdog-group-tracks-what-really-happens-to-your-recycled-e-waste/

Elizabeth Grossman, “GPS Tracking Devices Catch Major U.S. Recyclers Exporting Toxic E-Waste”, Intercept, May 10, 2016, https://theintercept.com/2016/05/10/gps-tracking-devices-catch-major-u-s-recyclers-in-improper-e-waste-exports/

Student Researcher: Karl Wada (College of Marin)

Faculty Evaluator: Susan Rahman (College of Marin)

5 de diciembre de 2016

LA TRAMPA TRUMP

Mariano Massaro. http://cynthiagarcia.com.ar (#LaGarcía)

Nadie lo vio venir, nadie lo tomo en serio. Razones sobran para vilipendiar a un personaje de ese calibre. Las lecturas que primaron estuvieron recostadas sobre su perfil xenófobo, misógino y filántropo, toda una canasta de características que dieron para las más diversas especulaciones. Así lo analizaron los medios, esa fue la profundidad máxima escogida por los grandes medios para pensar la realidad norteamericana. Una mirada recortada que ocultó o dificultó ver un fenómeno asociado a cierta desconexión en la representación política de los deseos y expectativas de millones de trabajadores en EEUU.


Podría decirse que Donald Trump es síntoma. Es la puesta de un grito incómodo al interior del sistema político estadounidense, donde condensa, por sobre todas las cosas los efectos nocivos que produjo la fase de desarrollo del capitalismo iniciado en los 80´s con el acuerdo entre Margaret Thatcher y Ronald Reagan.


Hubo una época dorada del capitalismo desde finales de la Segunda Guerra hasta finales de los años 60´s, donde la economía mundial creció y particularmente los trabajadores del norte disfrutaron las mieles del capitalismo en clave de Estado Benefactor. Esto terminó abruptamente para el año 1973 y de esta forma cerro un ciclo de expansión del capitalismo. Diríamos que el shock petrolero de 1973, representó un golpe fulminante para las economías centrales. Este hecho se desarrollo sobre una tendencia que para ese momento ya estaba consolidada: la caída de la Tasa de Crecimiento del PBI mundial.


Esta caída contó con múltiples factores, entre ellos los altos impuestos; las conquistas sociales obtenidas durante los 30 años de la economía de posguerra y Guerra Fría empezaron a pesar en el balance de las empresas; los desordenes monetarios, la caída de la tasa de ganancia de los empresarios, la desaceleración del circuito de endeudamiento y consumo privado, el incremento de la capacidad productiva ociosa. Así las economías centrales ingresan en la famosa “estanflación”; a partir de allí la tasa de crecimiento económico mundial fue cayendo tendencialmente hasta la actualidad, con una recaída importante luego de la crisis de las hipotecas en 2007.


Más allá de la multiplicidad expresada, hay una variable asociada (endógena) al mismo desarrollo del capitalismo y que lo acompaña indefectiblemente, me refiero a la caída de la tasa de ganancia de los empresarios y su capital productivo. Este fenómeno muy estudiado por cierto, debe relacionarse con la búsqueda continua y siempre insuficiente por modificar tal variable. La faz neoliberal que reinventó la industria financiera fue la apuesta por crear nuevas ganancias allí donde el capital mostraba parte de su envejecimiento. Así nace en términos estructurales la mundialización del capitalismo tal cual lo conocemos hoy.


El acuerdo EEUU-Inglaterra disparó las piezas necesarias para que el neoliberalismo haga su aparición, despojándose del liberalismo productivo que le precedía. La empresa neoliberal requirió medidas impensadas en la etapa que le precedió tales como el abandono del patrón oro, según el cual el dinero existente debía estar respaldado por su equivalente en oro en las arcas de la Reserva Federal o de los Bancos Centrales, la eliminación de esta restricción entre otras, permitió que el dinero se multiplicase a una escala inaudita, fenómeno que llevó el nombre de financierización. Luego ese dinero ficticio conquisto el mundo y los brazos de las corporaciones de los países centrales redondearon la globalización.


Los efectos no se hicieron esperar. Se consolidó una concentración de la riqueza escandalosa, un proceso de extranjerización de las economías formidable, liderado por corporaciones y no por países, al igual que la re localización de fabricas a lo largo de todo el mundo, con lo cual se hirió profundamente los niveles de empleo y salario real de las clases trabajadoras, de forma muy marcada en EEUU, Europa y Japón.


En relación al proceso norteamericano veamos a través de que medidas, a demás de la industria financiera, operó la reacción del capital para “compensar” la caída de tasa de ganancia y como éstas están en la génesis del actual triunfo de Donald Trump.


Deflación de los salarios:

Menos masa de salarios y más deudas. En EEUU la proporción de la remuneración del trabajo en el ingreso nacional cayó a 51,6% en 2006-punto más bajo desde 1929- contra el 54,9% en 2000 (1). Durante el período 2000-2007 el crecimiento del salario real promedio fue sólo de 0,1% mientras que el ingreso del hogar mediano bajó un 0,3% anual en términos reales. La reducción fue más fuerte en los hogares más pobres. Mismo período, el ingreso del primer quintil (quiere decir el 20% más bajo de la cantidad total de hogares) bajó un 0,7% anual (2).

Caída del poder de compra de los trabajadores:

La deflación de los salarios, automáticamente se trasladó al poder de compra de los asalariados de los países centrales. Esta contracción de la capacidad de compra produjo una crisis de la demanda, lo que a su vez volvió a presionar sobre la tasa de ganancia de los capitalistas, ingresando en una contradicción entre lo buscado y lo deseado.

Esta contracción de la demanda desalentó la inversión productiva, pues la oferta carecía de contrapartida.¿Les suena? Sin embargo estimuló una inversión por fuera del mercado interno, en nuevos sectores y en productos financieros, muchos de ellos de alto riesgo.


En tal contexto los trabajadores se volcaron a la toma de créditos para mantener su estandar de vida, empujándolos al endeudamiento. Trabajadores más pobres y endeudados.


Deformación de la distribución de la riqueza:

Si la caída de los salarios, no es otra cosa que trabajo no pagado, aquí se visibiliza la gigantesca transferencia de riqueza desde los trabajadores al capital.

En EEUU el 0,1% de los más ricos acumulan el 7,5% del ingreso nacional en 2005, contra el 5% en 1995 y el 2,9% en 1985. El nivel de 2005 correspondía al de 1929, año del crack de la Bolsa (7,6%). Las mismas causas engendran los mismos efectos.


Concentración de los ingresos: a comienzos de 1980 el 1% más rica de la población absorbía entre el 7 y 8% del ingreso nacional. 20 años después la cifra se había duplicado y en 2007 rondaba el 20%. Por su parte el 10% más rico paso de absorber un tercio del ingreso nacional en los años 50 a cerca del 50% en la actualidad.


Un estudio realizado en Agosto de 2008 por dos ONG norteamericanas, el Institute for Policy Studies y United por Fair Econiomy, publicaron un informe denominado Excesos Ejecutivos 2008, en el que demuestran la desproporción distributiva a la que se llegó en EEUU. El estudio toma los ingresos recibidos por los 50 ejecutivos (CEO) más importantes de los hedge funds (fondos de cobertura), es decir las estrellas del mercado financiero mundial para el año 2007; realiza un promedio de los cobros de dichos ejecutivos y lo compara con el ingreso promedio de un trabajador norteamericano. Un alto ejecutivo de una empresa especializada en fondos de cobertura cobra por su labor 19.000 veces lo que recibía un trabajador común (3).


Esta cifra ejemplificadora revela una tendencia: el proceso de concentración del ingreso a nivel global y nacional desde hace más de 30 años, que está en la base de la actual crisis. La forma distributiva que ha asumido el capitalismo tiende a generar subconsumo por el lado de las mayorías e hipertrofia financiera por el otro. Así parece evidente que parte de la solución del problema económico global, requiere políticas redistributivas muy marcadas.


Desde comienzos de ésta década , e incluso desde los 90 en Japón, se ha constatado en EEUU y Alemania y más recientemente en Francia, esa famosa deformación de la distribución de los ingresos en detrimento de los asalariados. Finalmente, la mitad del crecimiento de las ganancias proviene de la deformación de la distribución de los ingresos a favor del capital y en detrimento del trabajo. La otra mitad es el resultado de la caída de los costos originada en la mundialización (4).


Deslocalizaciones:

Este fenómeno importa la transferencia de una actividad productiva de un país a otro; se cierra una fábrica en Francia y se abre en China, que fabrica los mismo productos, destinados en parte a ser exportados a Francia. En un sentido más amplio es también la transferencia de todos o parte de las actividades productivas hacia un país emergente de bajos salarios, mediante la creación de una filial o recurriendo a un subcontratista. Es un proceso por el cual se reducen los costos unitarios de producción.

El costo de una hora de mano de obra en la industria manufacturera alcanza en promedio a 24 dólares en Alemania, 21 en EEUU, 19 en Japón, 17 en Francia, es de sólo alrededor de 5 dólares en Polonia o República Checa, y de 0,6 dólares en China, es decir: treinta veces menos que en Francia y cuarenta veces menos que del otro lado del Rhin (5).


Esta búsqueda por la maximización de las ganancias elevó el nivel desempleo en los países centrales, y groseramente en EEUU, con lo cual generó un ejercito de reserva que volvió a presionar a la baja los salarios de los trabajadores, los cuales ya habían sido notoriamente mermados y luego congelados.


Todas estas medidas aniquilaron el estilo de vida promedio del trabajador norteamericano, licuando la concreción de su ideario; fue un golpe a su materialidad más profunda, pero también, un mazazo simbólico.


Acompasando este deterioro fue madurando un proceso social y político que dialogó con la nueva fase del capitalismo, de tal forma que los trabajadores empobrecidos realizaron diversas apuestas políticas, todas sistémicas, con resultados negativos; así debe leerse los apoyos que recibió Barack Obama en sus dos mandatos. Sobre este escenario desalentador se llegó a la crisis de las hipotecas subprime, reflejo de un pueblo que no poseía los recursos para ello y donde todo el sistema fue cómplice por falta de regulaciones, por falta de controles, por hambre de lucro, por incentivar un estilo de vida sobre una sociedad que había perdido su capacidad adquisitiva, así como instituciones corruptas como las calificadoras de riesgo que homologaron todo el proceso. Dicho de otro modo, esa sinergia refleja una clara fotografía que adjetiva la nueva fase de desarrollo del capitalismo. Resultaría voluntarista hablar de desviaciones del sistema, o de corruptos, o manzanas podridas; es que el capitalismo actual no puede separarse de la industria financiera y sus consecuencias.


Éste escenario económico, social y político fue percibido de forma acertada por Trump, quien de tal forma demarcó la audiencia con la cual interactuar. Haciendo una apuesta a la remembranza imbuida por “un pasado mejor” al cual se puede volver, aceptando el diagnóstico de la pobreza de la clase trabajadora, pero distorsionando sus causas para fijarlas a elementos muy básicos pero efectivos como la construcción de un enemigo que cristalizará todos los males norteamericanos. No era el capitalismo en su faz financiera, sino “el otro” el causante, el inmigrante. Dio resultado. Entre otras cosas porque el bipartidismo norteamericano, Demócratas y Republicanos, no pudieron dar respuesta durante casi tres décadas a las demandas insatisfechas del pueblo trabajador.


Ahora bien, Donald Trump y sus promesas son una trampa de inimaginables consecuencias, porque asumir un compromiso de imposible cumplimiento a quien lo votaron después de haber agotado todas las opciones sistémicas resulta en una bomba de tiempo. La trampa Trump es síntoma de época,


NOTAS

(1) Departamento de Comercio de EEUU.
(2) Departamento de Comercio de EEUU.
(3) Por Ricardo Aronskind. Economista UNGS-UBA. En: suplemento Cash. 17/5/09. P. 8.
(4) Patrick Artus y Marie-Paule Virard. “La Autodestrucción del Capitalismo”. P. 30.
(5) Artus Patrick. Marie-Paule Virard. “La Autdestrucción del capitalismo”. Capital Intelectual. Buenos Aires. 2009. P. 24.

NOTA DEL EDITOR DE ESTE BLOG
Aunque estoy básicamente de acuerdo con el análisis del autor, difiero por completo de él en que Trup no sea una opción del sistema. Lo es del capitalista (baste ver los nombramientos que ha ido efectuando), salvo que nos limitemos al sistema político, lo cuál es también, como vamos viendo, discutible. Otra cosa muy distinta es que sus efectos puedan ser perniciosos para la estabilidad de ambos por la distancia entre sus objetivos y la que, previsiblemente, cumplirá. Pero esa es una de las "grandezas" de la democracia burguesa, la mentira. 

Por otro lado, el capitalismo en su enloquecida fuga hacia adelante, va haciendo tierra quemada sobre el terreno que lo sustenta.